El desayuno de nuestra casa no deja indiferente a nadie. A diferencia de las cenas, servidas en un ambiente de más intimidad en el salón, el día en nuestra casa comienza con un desayuno compartido en la mesa de la cocina.
Acompañando la conversación matutina, en el desayuno se puede disfrutar de sabores sin aditivos añadidos. Zumo de naranja natural, leche de nuestras vacas, mantequilla hecha en la casa, el requesón, producto rey de nuestra granja y una grande variedad de mermeladas hechas con los frutos que nos da el lugar: moras, frambuesas, fresas, higos o melocotones...
Comenzar el día se convierte pues, en un placer de sabores e intercambios entre visitantes y va incluido en el precio de la habitación para todas las personas que quedan a dormir en nuestra casa!